Recordando Cielos, viajando en Estrellas

No, hermano, ¡no temas!

que no te haré daño.

Sé que para tí resultará extraño

pero tú y yo estuvimos juntos

en el mismo Cielo, hace muchos años,

según tu calendario...

Deja que te diga en que el Infinito

en el que habitamos

no existen distancias, fronteras ni horarios.

¿Cómo estás, hermano?

Vengo a recordarte

aunque sea una parte

de lo que sabías y se te ha olvidado.

Me han dicho que en la Tierra,

a partir de que naces borran tu memoria

y te van "educando" de acuerdo a las normas

de una sociedad de seres humanos

bien "civilizados", que acatan las reglas

para no cometer el terrible pecado

de ser diferente y ser rechazado.

Te enseñan historias en distintas versiones

según sea el bando que las esté contando.

Dicen que no hay vida en otros planetas,

que el hombre es el amo de la Naturaleza

y a todo y a todos les ponen grilletes....

esos a los que ustedes les dicen "billetes".

Limitan tu vida en espacio y tiempo

y como un cordero feliz y contento

que va de paseo hacia el matadero,

olvidas lo hermoso, intenso y grandioso

que es el Universo.

Recuerdo que en aquel Cielo

en que estábamos juntos teníamos proyectos,

saltar de galaxia en galaxia, volando en luceros

jugar con los astros, los soles, las lunas....

cumplir nuestro anhelo, era nuestro sueño.

Yo te aseguro mi querido hermano

que si lo deseas y estás preparado

ese bello sueño será realizado.

Ven, dame tu mano,

un ramillete de Estrellas nos irá guiando

y recordarás toda la Verdad que se te ha olvidado.

Allí despertará tu dormida conciencia,

descubrirás que todo es Vida en la Creación,

que todo es perfecto, que hay armonía

pues está compuesto de la misma esencia.

El calor del Sol, los claros de Luna,

el azul del Cielo, tu alma y la mía,

cada ser viviente, cada corazón,

la pureza eterna de nuestro Creador...

Todos somos Uno y cada Uno es Todo.

Somos la fragancia del Amor de Dios.

Lili Molet.

Obra de Jorge Murillo