El Deseo de Dios

Aunque no lo veas, Yo estoy a tu lado

cuando el Sol se pierde en el horizonte,

en cada anochecer en el que regresas a casa,

la mente gastada, el cuerpo agotado,

luego de una dura y larga jornada,

disimulas y ríes pues todo se pasa

en cuanto te recibe, con algarabía, tu familia amada.

También por las noches, Yo estoy contigo,

abrazando tus sueños y siendo tu abrigo,

las Estrellas titilan murmurándome tus deseos,

un rayo de Luna atraviesa el Cielo

iluminando tu descanso, renovando tu cuerpo

y la brisa suave entra por la ventana…

dulce melodía, delicado esplendor,

que acompaña el ritmo de las danzas de Amor.

Llega la mañana, un nuevo día comienza,

antes que la rutina te haga su presa,

Yo estoy junto a tí,

esperando que te acuerdes un poco de Mí.

Le hablo a tu corazón,

le pido que veas a través de él,

que mires a tu alrededor

y seas coparticipe de la Creación,

recreando el Mundo una y otra vez,

en un tiempo sin tiempo...

sin antes ni después.

- ¡Oh, Padre, eres Tú!, ¡te estoy escuchando!

- Al fin, Hijo mío, tu buen corazón está despertando.

Dime lo que ves ahora que tu Alma libre está volando.

-¡Es maravilloso! Veo ante mis ojos ese Mundo Nuevo

que contigo he creado.

Semillas de Amor germinan en la Tierra,

hogares en paz, bajo el Cielo inmenso de la Unidad,

todo está en calma, el egoísmo huye, se acaban las guerras…

Vuelan libremente nuestras emociones

tiñendo de Amor todos los rincones

de un Universo que a todos abraza en la Hermandad.

Si estás bien atento, tú también puedes ver

como sucede el Milagro una y otra vez…

Abre las ventanas de tu Ser Interior,

escucha como le habla Dios a tu corazón,

conocerás cual es, en este Mundo, tu única misión…

Serás el Milagro, sembrador de Amor,

tu cosecha dará frutos de gran Bendición

y florecerán amores en el Paraíso de la Creación.

Lili Molet

Pintura de Giovanni Shardana